jueves, 25 de septiembre de 2014

¡Orgullo nacional!

El ciclismo colombiano, cada vez que toma línea de partida, llega a la meta con una alegría más para el país. Ganen o no, demuestran fuertemente sus condiciones físicas quedando posicionados en lugares privilegiados de la clasificación general, así no sean especialistas en las modalidades que disputan.

Vimos a una fuerte Sérika Gulumá en la prueba a cronómetro élite en el Mundial de Ciclismo en Ponferrada, España. Un puesto 17, entre las 20 mejores del mundo. Teniendo en cuenta que se presentó contra las corredoras que más preparan la prueba y también, contra muchísimas más que se demuestran fuertes en ese tipo de competencias. Pero nuestra Sérika, dio una demostración de grandeza quedando en ese seleccionado top-20, gracias a, como lo dijo ella, su estadía en Europa, que la ha ayudado a mejorar notablemente.

Pero no solo ha sido la corredora del equipo Vaiano Fondriest, quien se ha adjudicado un buen lugar en una clasificación del mundial. También lo hicieron Camila Valbuena y Jaime Restrepo, quedando en las posiciones 11° y 9°, respectivamente. Valbuena, Campeona Mundial Juvenil de Pista y Restrepo, Campeón Panamericano de contrarreloj. Jóvenes que de nuevo han dejado en lo alto sus nombres, aunque ahora lo hacen en un mundial, como los grandes.

Y no podemos dejar de lado a Paula Andrea Patiño, Daniel Martínez y Winner Anacona, que también tomaron la partida en las difíciles pruebas contrarreloj que se disputaron. Todos, sin excepción, salieron al asfalto a dar lo mejor de sí, unos con mejores resultados que otros, pero siempre con la mentalidad de dejarlo todo en sus bicicletas.

Cada uno de ellos es un ejemplo de que el sacrificio y la dedicación, realmente valen la pena. Aunque los resultados se muestren poco a poco, cada avance es una gran satisfacción. Y esperamos verlos aún más arriba en las pruebas de fondo, porque sabemos que pueden lograr todo lo que se propongan por difícil que sea. ¡Ciclismo colombiano, orgullo nacional!
 

jueves, 18 de septiembre de 2014

Desde una mirada color rosa

Colombia es potencia mundial en el ciclismo, no cabe duda. Pero no solo los hombres son quienes les dan glorias a nuestro país. El ciclismo femenino poco a poco ha ido abriéndose paso y ganándose un lugar, y lo han hecho con gran esfuerzo. Nuestras mujeres son ejemplo de disciplina, esfuerzo y constancia. 

Viendo la otra cara de la moneda, al ciclismo femenino le sucede lo mismo que a esta disciplina con el fútbol. Los triunfos conseguidos en este deporte, por pequeños que sean, son más importantes que los de un pedalista. La misma historia pasa con las mujeres. Cualquier victoria de un hombre en el deporte de las bielas, vale más que el de cualquier mujer. Así es, no lo podemos negar. 

Pues bien, el pasado fin de semana, el ciclismo femenino obtuvo un logro inmenso, pudiendo representar al país en una competencia europea con un equipo netamente colombiano: IDRD- Bogotá Humana-San Mateo–Solgar. ¿Y qué pasó? El uniforme con el que nuestras competidoras salieron a rodar, causó polémica porque ''las ciclistas parecían desnudas''.

Se vieron cientos de comentarios en las redes sociales, en los que criticaban el diseño, el color y decían que ''era denigrante para la mujer''. Pero, ¿qué pasó con lo demás? ¿Por qué solo se limitaron a hablar de un diseño y dejaron de lado un hecho tan importante como verlas en el Giro de Toscana?

Es triste pensar que este equipo femenino se esforzó tanto para conseguir ese logro, y su representación de alguna forma se vio opacada por una polémica que creció solo porque un efecto en la luz de una fotografía hizo ver el color dorado del uniforme, como si fuera un color piel.

A pesar de todos los comentarios que surgieron, todas estas mujeres lucharon y dieron lo mejor en Europa: Ana Cristina Sanabria, Laura Lozano, Angie Rojas, Argenis Orozco, Lina Dueñas y Luz Adriana Tovar, son unas guerreras. Y las admiro, porque no temieron en salir y lucir con orgullo su uniforme, luego de todo lo que se habló alrededor de él.

Una actitud que deberíamos tomar como una lección personal: no nos fijemos en el exterior, sin antes fijarnos en lo que lo compone. Primero debemos fijarnos en su esfuerzo, en sus capacidades, en su sacrificio por el ciclismo y luego, ni siquiera importará lo exterior.

Apoyemos al ciclismo femenino, a esas mujeres que tratan de ganarse un lugar en el seleccionado pelotón europeo. Tal vez podamos decir algún día no muy lejano, que tenemos a la campeona del Giro Rosa, pero eso no se logra fijándonos en un detalle tan insignificante como los colores de un uniforme. Podremos lograrlo apoyándolas, tratando de difundir el ciclismo, pero ya no solo desde la mirada masculina, sino también desde ellas, nuestras mujeres.



https://www.youtube.com/watch?v=cvd7mdzOSHA


jueves, 11 de septiembre de 2014

Sin perder la esencia

Sencillez, humildad y ganas de salir adelante. Esas son cualidades que admiramos siempre de cualquier persona, haga lo que haga. Es hermoso conocer a alguien que tenga dentro de sí estos valores y que los mantenga a pesar de las circunstancias y los logros conseguidos. Cualidades que sin duda más de un ciclista posee y, a lo mejor, ahí esté la clave de su éxito.

Esos deportistas que siempre sonríen, que no niegan un saludo y que están dispuestos a tomarse las fotos que sean con sus aficionados, esos ¡valen oro!

El ciclismo es hermoso, porque no tienes que pagar una boleta para conocer a quien más admiras, y eso hace también que se pueda tener mucho contacto con ellos como para saber si esa admiración continúa o se pierde.

Poder estar de cerca, nos permite mirar un poco más a fondo. Dejar de lado las habilidades ciclísticas y pensar en qué hay detrás de cada persona, cómo es su esencia y quién es. Obviamente, a grandes rasgos. Pero pequeñas actitudes dan mucho qué pensar.

Hay deportistas que se ganan el amor de la gente. Un ejemplo muy claro es Rigoberto Urán, quien tiene mucho contacto con todos los amantes del ciclismo a través de las redes sociales. Y es la actitud que toma siempre frente a la vida y frente a las circunstancias en la carrera, lo que hace que lo queramos como si fuera un miembro más de la familia.

Calidad de persona y calidad deportiva, van de la mano. Están estrechamente unidas, y si encontramos quien posea ambas, nos hace inmediatamente apoyarlos con más ganas y amar cada día al deporte, al ciclismo. ¡Es una esencia que debe prevalecer!


domingo, 7 de septiembre de 2014

Humanos, antes que ciclistas

Ciclistas como Nairo Quintana y Rigoberto Urán, se han convertido en parte de los mejores del pelotón internacional gracias a sus demostraciones en las carreteras, que sin duda siempre los pone en la mira de los medios, dejándolos como favoritos para cualquier carrera en la que participen.

Verlos competir nos llena de expectativas para que dejen en lo más alto del podio el tricolor nacional. Pero a veces se nos olvida que antes de ser ciclistas, son humanos.

Cuando llega la montaña, llega con ella la ilusión de un país. Queremos ver esa exhibición propia de los escarabajos. Todos los colombianos posan la mirada sobre ellos esperando que se posicionen bien en la clasificación general, o que puedan levantar los brazos como indicio de victoria.

Si por el contrario, pierden tiempo, no es raro ver comentarios como: ''¿Por qué no ataca? Lo veo muy mal'', o ''no sé qué piensa quedándose guardado todo el tiempo''. En fin.

Les exigimos mucho a nuestros ciclistas. Queremos que sean buenos en la montaña y que hagan buenos registros en contrarreloj individual. Dejamos de pensar tanto en ellos como seres humanos y nos limitamos a pensar en sus condiciones ciclísticas.

Sí. Son muy buenos corredores y no dudamos de sus capacidades. Pero hay que tener presente que ellos también se cansan luego de dos semanas de competencia, que no siempre se tienen días buenos y que son unas cosas por otras. ¿A qué me refiero? Que un corredor, si mejora mucho en la CRI o en el plan, merma su paso en la montaña o viceversa.

Disfrutemos de este hermoso deporte y miremos a los ciclistas como lo que son: humanos. Entendamos que tienen días buenos y malos, que tienen estrategias y muchas veces no actúan como queremos, entre otras cosas.

Sé que muchos piensan en su bienestar ante todo y que no les importan sus resultados, sino que lleguen con bien. Aunque también sé que, así no lo queramos, les exigimos y lo realmente importante es estar siempre presentes, independientemente de cómo actúen. Apoyándolos incondicionalmente.

jueves, 4 de septiembre de 2014

El ciclismo mueve fibras

Muchos nos indignamos por el mal cubrimiento del ciclismo en Colombia. Una tierra que ha cosechado a muchos de los mejores ciclistas del mundo, pero que infortunadamente en las secciones de deportes solo cuentan con un poco de protagonismo cuando se comete una gran hazaña, de resto vive en el olvido de los noticieros nacionales.

Pero hay que mirar esto desde otro punto de vista: este deporte se hace cada día más especial, porque a pesar de que no se tiene el espacio que se merece en los medios masivos de información, siempre vemos personas que salen a las calles a acompañar las caravanas de ciclistas que pasan en pocos segundos. ¿O qué piensan de todas esas banderas que ondeaban en el Giro de Italia y Tour de Francia, que ahora están presentes en la Vuelta a España?

El ciclismo es tan hermoso que no hay que entenderlo para amarlo. El solo hecho de verlos esforzándose al máximo con cada pedalazo, nos mueve el corazón y nos hace sufrir. No importa que se prioricen otros deportes y se deje de lado al ciclismo a la hora de la información deportiva, porque eso no determina el número de personas que apoyan y aman a cada uno de los que día a día se sacrifican en carretera para traerle a Colombia un motivo más de alegría.

Y es que si de logros deportivos hablamos, el ciclismo ocupa el primer lugar. Por eso es el deporte insignia del país, aunque el fútbol sea más popular.

No por esto dejaremos de sentirnos indignados por el poco cubrimiento que se tiene. Pero pensemos que el ciclismo es ciclismo, aparezca o no en las pantallas de nuestros televisores en las horas informativas, porque aun así seguirán entregándonos motivos para sonreír a los que siempre estamos pendientes de ellos, ganen o no.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Un amor que crece sin cansancio

Todos en nuestras vidas sentimos pasión por algo, así sea una mínima cosa. Y yo soy una apasionada por mi carrera. Cada día amo más la comunicación, porque ella me ha brindado oportunidades inmensas, en lo poco que llevo en mi estudio. Día a día me hace sumergir en el ciclismo, que es el deporte, a mi parecer, más hermoso y de más sacrificio. El deporte al que le estoy dedicando lo que soy y al que espero aportarle muchísimas cosas desde este momento, hasta que me sea posible, tanto desde mi carrera, como desde lo personal.

Ustedes se preguntarán: ¿por qué el ciclismo y no el fútbol, que es más común? Bueno, yo amo todos los deportes y admiro el sacrificio de cada persona que lo practica; pero definitivamente el ciclismo se ha ganado mi amor y mi respeto.

''Si uno tiene talento para el fútbol tiene ganado el 70%, pero acá usted puede ser el que mejor monta, el que mejor condiciones físicas tiene, pero si no tiene sacrificio y disciplina no llega a ningún lado'', son las palabras de Víctor Hugo Peña, único ciclista que ha logrado ponerse el maillot amarillo, que identifica al líder, en un Tour de Francia. Y cuán ciertas son sus palabras. En el ciclismo hay que tener disciplina, ser constante, hay que sacrificarse y por supuesto, amar el dolor.

¿Por qué amar el dolor? Porque por mucho que tus piernas te duelan, aunque sientas que ya no puedes más, si dejas de pedalear te caes y tu preparación de meses se puede perder. ¡Son ellas, tus piernas, las que hacen que ganes o pierdas! En el ciclismo no hay paso para la debilidad. Si te caes, no te recogen en un carrito y te sacan mientras te recuperas. No. En el ciclismo te caes, te levantas o pierdes. Por muy duro que haya sido el golpe, así sea para esperar una ambulancia, ya es tarde, pierdes tiempo y sales del límite.

Nigel Haver dijo: ''Los ciclistas son los dioses de las calles''. Comparto totalmente su opinión. Son los dioses de las calles porque no desisten a pesar de estar sangrando, como Lucho Herrera en sus tiempos. O como la reciente actuación de Alberto Contador, que a pesar de su fuerte caída en el Tour de Francia 2014, siguió adelante 18 kilómetros con una lesión en su tibia, antes de retirarse de la competencia.

Ellos, los ciclistas, son ejemplo de vida. Porque sin importar los accidentes o cualquier dificultad que se presente en su camino, siempre luchan hasta llegar a la meta.